El Sedum adolphii o “sedum dorado” suele sufrir pudrición cuando la tierra se mantiene húmeda por más de una semana. El primer signo es el ablandamiento de las hojas inferiores y el ennegrecimiento del tallo. Para salvarlo, corta los tallos sanos y déjalos secar durante tres días en un lugar ventilado. Luego replanta los esquejes en sustrato seco con buena cantidad de arena o piedra pómez. No riegues hasta ver raíces nuevas. Desecha las partes blandas, ya que contienen hongos que pueden propagarse. Para prevenir, asegúrate de usar macetas con drenaje y evita pulverizar agua. El Sedum adolphii necesita más luz que agua: con un riego cada 10 o 15 días y mucha claridad, recuperará su color dorado con bordes anaranjados.
Pudrición en Sedum adolphii: cómo identificarla y recuperarlo
