El Aloe brevifolia es resistente, pero sufre pudrición si se riega con temperaturas bajas. Las hojas se vuelven blandas y oscuras. Corta la parte sana del tallo, deja secar y replanta en tierra seca. No riegues durante 10 días. En invierno, riega una vez al mes. Esta especie se regenera fácilmente si se mantiene cálida y seca.
