El Kalanchoe tomentosa es una suculenta de hojas aterciopeladas con bordes oscuros que requiere podas ocasionales para mantenerse densa. Si los tallos se alargan o pierden hojas, corta las puntas y retira las partes envejecidas. Realiza los cortes con una herramienta desinfectada para evitar infecciones. Los esquejes se enraízan fácilmente si se dejan secar unos días antes de plantarlos. Podar después de la floración también ayuda a la planta a concentrar su energía en nuevos brotes. Evita el exceso de riego tras la poda y coloca la planta en un ambiente cálido y bien iluminado. Así mantendrás su aspecto mullido y compacto durante todo el año.
