La Haworthia cymbiformis prefiere la luz indirecta y un riego muy controlado. Si sus hojas se vuelven amarillas y blandas, hay exceso de agua o exposición solar directa. El sol intenso puede quemar la capa superior, y el agua acumulada asfixia las raíces. Retira las hojas dañadas, cambia el sustrato por uno más drenante y traslada la planta a semisombra. Riégala cada 15-20 días y mejora la ventilación. Si la causa fue el sol, el nuevo crecimiento saldrá verde brillante. Esta especie es perfecta para interiores luminosos y requiere muy poco mantenimiento.
