Tras la germinación, las plántulas crecen en ambiente húmedo y protegido. Para adaptarlas al exterior, realiza un proceso de endurecimiento gradual. Durante una semana, abre el semillero una hora más cada día, dejando entrar aire seco. Luego, expón las plantas a luz indirecta durante tres días y finalmente a sol filtrado. Este cambio paulatino fortalece la cutícula de las hojas y reduce la pérdida de agua. No fertilices durante el endurecimiento. Al final del proceso, las plántulas estarán listas para trasplante, con raíces firmes y tejidos más compactos.
Endurecimiento de plántulas de suculentas: cómo prepararlas para el exterior
