Las suculentas de interior requieren luz, aire y moderación. Colócalas junto a una ventana orientada al sur o al este, donde reciban luz indirecta. Riégalas cada 15-20 días en verano y una vez al mes en invierno. Evita el exceso de humedad y asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje. Si las hojas se alargan demasiado o pierden color, significa que necesitan más luz. Gira las macetas cada dos semanas para que crezcan uniformemente. Un consejo extra: limpia el polvo de las hojas con un pincel seco para que puedan respirar mejor.