Después de un cruce exitoso, es común que las plántulas presenten gran variabilidad. El objetivo del cultivador es estabilizar la línea seleccionando los ejemplares más uniformes durante varias generaciones. Observa rasgos como color, forma, simetría y crecimiento. Descarta los que se desvíen del patrón deseado. Cuando una generación mantiene las mismas características en el 90 % de los individuos, se considera estable y apta para clonación comercial. Documentar el proceso con fotos y registros mejora la trazabilidad y la posibilidad de registro oficial del híbrido.
