Una suculenta enferma muestra señales claras: hojas blandas, manchas negras, moho o mal olor en la base. Si ocurre, corta las partes afectadas, cambia el sustrato y deja la planta en cuarentena. Usa fungicida natural (como canela o extracto de ajo) y mejora la ventilación. Detectar el problema a tiempo puede salvarla.
