Las Aizoaceae incluyen especies curiosas como los “Lithops” o “piedras vivas”. En realidad, estas plantas no se podan al uso, pero sí requieren limpieza y cuidados tras el ciclo de floración. En el caso de Delosperma y Faucaria, corta las flores marchitas y hojas secas con pinzas esterilizadas. Después aplica un fungicida suave o pulveriza una mezcla de agua con extracto de cola de caballo, que actúa como preventivo natural. Es importante evitar el riego durante varios días tras la poda para que los tejidos cicatricen correctamente. Este manejo mantiene las plantas compactas y reduce el riesgo de pudrición.
