La pudrición de raíces es la principal causa de muerte en suculentas. Se produce cuando el agua se acumula demasiado tiempo en la tierra. Para prevenirla, usa sustratos muy drenantes con arena gruesa, perlita y turba. Riégalas solo cuando el sustrato esté seco y asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje. Si ya están afectadas, corta las raíces dañadas, deja secar el ejemplar unos días y replántalo en tierra nueva. Mantener una correcta aireación es clave para su supervivencia.
