Al recibir nuevas suculentas, evita regarlas durante la primera semana. Déjalas aclimatarse en un lugar con buena luz y aire. Si vienen en sustrato compacto, trasplántalas a tierra drenante. Revisa que no tengan plagas. Con estos cuidados iniciales, tus plantas se adaptarán fácilmente al nuevo entorno y crecerán sanas.
