Las partes sanas que retires durante la poda pueden convertirse en nuevos ejemplares. Corta tallos con al menos 2–3 hojas, deja secar las heridas y colócalos sobre sustrato mineral ligeramente húmedo. No entierres las hojas: bastará con apoyarlas. En 2–3 semanas, aparecerán raíces y pequeños brotes. Las hojas viejas se secarán, dando paso a la nueva planta. Este método de propagación por poda es económico, rápido y conserva las características genéticas de la planta original.
