En viveros especializados, la trazabilidad genética es fundamental. Cada cápsula de semillas debe llevar etiqueta con el nombre de las plantas madre y padre, fecha de polinización, número de lote y observaciones. Esto permite evaluar la herencia de rasgos (color, forma, tamaño, floración). Sin control genético, se pierden años de selección y pueden aparecer híbridos indeseados. Usa etiquetas de plástico o aluminio resistentes al sol. Mantén registro digital en hoja de cálculo o base de datos. Este método profesional, aplicado a géneros como Echeveria, Aloe o Haworthia, garantiza calidad y coherencia en cada generación cultivada.
