En la Echeveria derenbergii, las manchas marrones suelen deberse a fertilización excesiva o exposición prolongada al sol directo. Si las manchas aparecen en la punta de las hojas y son secas, son quemaduras solares; si son irregulares y hundidas, se trata de acumulación de sales. Lava el sustrato con abundante agua y deja secar. Reduce el abono a una vez cada dos meses y usa dosis suaves. Coloca la planta en luz indirecta y riega por la base. Con el tiempo, las hojas nuevas crecerán sin manchas y con su típico color verde azulado.
