La Kalanchoe beharensis puede desarrollar hongos de raíz cuando se usa un sustrato poco drenante o se riega con agua fría. El primer síntoma es la pérdida de firmeza y la aparición de manchas oscuras en la base. Saca la planta, corta raíces negras y deja secar tres días. Espolvorea canela o azufre y replanta en sustrato seco con mucha arena. Evita regar hasta que el nuevo crecimiento sea visible. Esta especie prefiere sequedad ambiental y luz filtrada. Con un riego cada 20 días y ventilación constante, las raíces se regeneran y la planta vuelve a su textura aterciopelada normal.
