El oídio es un hongo común que se manifiesta como un polvo grisáceo o blanquecino sobre las hojas. Se desarrolla en ambientes húmedos y con poca ventilación. Para eliminarlo, corta las partes afectadas y aplica un fungicida de azufre o bicarbonato diluido (1 cucharadita por litro de agua). Evita mojar las hojas al regar y mejora la circulación del aire. Si el problema persiste, trasplanta a un lugar más seco. La prevención es sencilla: mantén tus plantas limpias, ventiladas y evita el exceso de riego.
