Si tu suculenta tiene manchas marrones o hojas secas, probablemente ha sufrido una quemadura solar. Corta las hojas dañadas, colócala en sombra luminosa y evita regar durante unos días. Una vez recuperada, vuelve a exponerla al sol de forma gradual, aumentando el tiempo cada día. También puedes aplicar un fertilizante orgánico suave para ayudar a su recuperación. La prevención es clave: evita el sol directo en las horas centrales del día, especialmente en verano.
