Preparar tu propio sustrato es clave para el éxito en el cultivo de suculentas. Mezcla 50% de tierra universal sin abono, 25% de arena gruesa de río y 25% de perlita o piedra pómez. Si vives en zonas húmedas, puedes añadir un poco de carbón vegetal para mejorar el drenaje y evitar hongos. Esta mezcla imita el suelo árido natural donde crecen las suculentas. Es económica, ligera y permite que las raíces respiren. Guarda la mezcla en un recipiente seco y renueva el sustrato cada 12-18 meses.
Cómo preparar tu propia mezcla de tierra para suculentas
